Diario Economico político: vacío de
soberanía en Europa
Christian Marazzi
Las reacciones y los comentarios a la cumbre de Bruselas han
sido preferentemente negativos: “un desastroso fracaso de la cumbre” ha escrito
Martin Wolf en el Financial Times (14 de diciembre) En el mismo tono han
comentado The Economist, Bloomberg Business Week y los más importantes
periódicos financieros. De hecho la cumbre europea no tomó ninguna resolución
que pudiera salvar el Sistema Monetario Europeo; el pacto fiscal, impuesto por
Alemania fue aceptado por los otros líderes europeos a excepción de David
Cameron, prefigurando lo que será la norma
de Eurolandia, aunque tiene escasa posibilidades de ser ratificada en los
Parlamentos nacionales, porque reduce drásticamente la soberanía nacional de
todos los países.
“Las verdaderas medidas de emergencia han sido
solicitadas al Banco Central Europeo. Sobre el final de la cumbre, el BCE
decidió disminuir las tasas europeas al 1 % y conceder a los bancos préstamos
ilimitados con una duración de tres años, aceptando como contrapartida (de manera colateral) títulos de muy baja calidad.
De esta manera Europa espera tentar a los bancos tras la perspectiva de
ganancias sustanciales: endeudarse a una tasa del 1 % en el mostrador de
Francfort, para usar estos capitales adquiriendo títulos estatales que, como en
el caso de los italianos ofrecen rendimientos en torno al 6 %” (Alfonso Tuor,
Ticino news, 14-12)
Sin embargo, las cosas no son tan simples. ”En
el curso del 2009, cuando el BCE ofreció liquidez a un año, muchos bancos aprovecharon
la oportunidad para llenar sus balances con los títulos estatales. En esa época la deuda pública de
casi todos los países del euro parecía estar fuera de riesgo. Pero hoy ya no es
más así; y la banca extrañará amargamente esas decisiones. La banca del Norte
de Europa, aunque plena de liquidez, está tratando de deshacerse de la deuda de
los países periféricos del euro y se cuidará bien de recomprarlos. ¿Por qué los
Bancos del Sur deberían elegir comportarse de manera diferente? Dentro de seis
meses la autoridad bancaria someterá el balance de los bancos a otra prueba
stress y, como ya ha sucedido, la deuda pública será valuada a precios de
mercado. En ese momento, si la crisis no ha sido reencausada, los bancos que adquirieron
deuda a riesgo podrían tener que recapitalizarse nuevamente. ¿Quien querrá
exponerse a este problema si no está obligado a ello? (Guido Tabellini "La
banca, salvadora de la deuda?. Un grave error", Il sole 24 Ore, 18 de
diciembre)
Inducir a la banca italiana a comportarse de
manera "patriótica", es decir a adquirir títulos del estado italiano
en ausencia de adquirentes externos es un absurdo, sobre todo si la banca está
llamada a financiar la economía privada. “Para empezar el volumen de los
vencimientos de la deuda son bastantes grandes: solo en el 2012 el estado
italiano deberá colocar más allá de 400 mil millones de deuda, más del 50 % de
toda la deuda ya contraída por los bancos italianos. Pero sobre todo, empujar a
los bancos italianos a comportarse como adquirentes en última instancia, en
lugar de un Banco Central que abdica de esta función, parece ser
contraproducente. Hoy cerca del 40% de la deuda pública italiana está contraída
en el exterior, en la banca alemana y francesa. Es bueno que sea así, porque
esta espada de Damocles que pende sobre los bancos alemanes y franceses es
nuestra única arma contractual” (G. Tabellini, op. cit) En otras palabras para mantener
junta a Eurolandia se necesita jugar un país contra el otro. No está mal como
perspectiva.
Mario Draghi ha dejado entender que el BCE
podría emitir grandes cantidades de euros para poder rescatar títulos
estatales, si las líneas de crédito concedidas a los bancos no se revelaran
suficientes. El Quantitative easing (la generación o emisión de moneda) europeo
estaría justificado por el objetivo del BCE de mantener la estabilidad de los
precios: “El objetivo de la estabilidad de los precios debe ser entendido en
dos direcciones” Draghi dixit, lo que quiere decir que el BCE está llamado a
combatir la inflación, aunque también la deflación, o sea la caída de los
precios. Dado que ya hemos entrado en recesión, el BCE debería estar dispuesto
a monetizar la deuda emitiendo gran cantidad de euros. Esta estrategia, similar
a lo que está haciendo Gran Bretaña (austeridad de una parte, quantitative
easing del otro), debe sin embargo tener en cuenta la oposición alemana. Angela
Merkel ha impuesto a los otros líderes europeos la firma de un pacto fiscal dando
a entender que de lo contrario Alemania saldría del euro. Esto significa una
sustancial reducción de la soberanía nacional de todos los países miembros. Situación
que no la desea nadie, ni siquiera Holanda, Dinamarca o Suecia.
“El gobierno alemán tiene perfecta conciencia
que el proceso de ratificación de este acuerdo es extremadamente difícil. Se
sabe también que muchos países no lo respetarán. Basta pensar que el objetivo
de reducir todos los años un 20 % la deuda pública italiana, que alcanza al 60
% del PIB, significaría decir que, por ejemplo todos los años debería alcanzar
un ahorro de 45 mil millones de euros. En suma, esta medida de austeridad es
insostenible para los paises europeos débiles que ya no alcanzan a cumplir los
objetivos de saneamiento de las cuentas públicas”. (A. Tuor op. cit.)
“Los paralelos con la gran depresión son
obvios: el euro actúa como el moderno patrón oro actual; las políticas fiscales
son pro cíclicas; el ajuste se demora a través de una dinámica de deflación de
deuda estilo Irving Fisher.¿Podrá el euro sobrevivir a la depresión? Resulta difícil
afirmarlo. Si lo hace, bajo condiciones de políticas inamovibles, estaremos
pagando los costos del ajuste no en euros sino en una moneda muerta ( Wolfang
Mûnchau, The british will fare better in this Anglo-French spat” Financial
Times 19 diciembre)
Pero entonces que cosa quiere Berlín?
Parecería ser que el gobierno alemán quiere dividir la zona del euro sin asumir
responsabilidad. Por ello continúa elevando el nivel de las condiciones que los
otros países deben respetar hasta alcanzar el punto para ser invitados a salir
del euro. De cualquier manera no es fácil comprender cómo y qué piensa Angela
Merkel. “¿Qué está pensando?” se pregunta Peter Coy en un artículo aparecido en
Bloomberg Business Week (5-11 de diciembre) Y la respuesta es la siguiente: El
gobierno alemán y Angela Merkel son de los neoliberales: “La política moderna
alemana continúa siendo influenciada por una filosofía originada en la
universidad de Freiburg en los años 30: neoliberalismo como mezcla conceptual
de libre mercado y gobierno fuerte. Significa decir que una rigurosa regulación
es necesaria, pero solamente para ayudar a que los mercados libres alcancen
todo su potencial.”
Sobre el neoliberalismo Michel Foucault ha
escrito paginas importantísimas en su Nacimiento de la biopolítica (Feltrinelli
Milan, 2005) Según Eucken, el líder del neoliberalismo, “El estado es
responsable del resultado de la actividad económica” o sea el estado debe dominar el devenir económico. Diferente a la
política liberal keynesiana, el problema del neoliberalismo es de saber en qué
modo es posible regular el ejercicio global del poder político en base al
principio de una economía de mercado” (cit. Pag 115) Se debe en síntesis
gobernar para el mercado, más que gobernar a causa del mercado. “El problema es
saber cómo intervenir. Se trata del problema de la manera en cómo hacerlo o, si
se quiere, del estilo del gobierno” (cit. Pag 117) En suma, es el problema de
la gubermentalidad y de la governance que ha caracterizado el capitalismo
financiero de los últimos treinta años. Para una reconstrucción articulada,
crítica y útil de la contradicción que tiene el devenir de la contradicción
entre financiarización y governance, ver el libro de Marco Bertorello y Danilo
Corradi Capitalismo tossico. Crisi della competizione e modelli alternativi
(Alegre, Roma 2011)
No creo que el éxito de esta fase histórica derive
en una suerte de Nacionalismo Alemán; creo más bien que, sobre el plano
europeo, hay un vacio de soberanía que impide al neoliberalismo funcionar según
sus principios constitutivos. Para volver al artículo de Peter Coy: “La
paradoja en el corazón de la crisis europea es que el fetiche de Merkel por la
estabilidad se ha vuelto profundamente desestabilizante”. En el discurso de
Angela Merkel pronunciado en febrero en Freiburg en la conferencia de la organización
del neoliberalismo alemán, a la pregunta, cuánto puede adaptarse Alemania a la
política de los otros países, cuánto a su vez deben adaptarse a su credo neoliberal,
su respuesta fue: “Esa es una eterna pregunta o cuestión que me invade cada vez
que me levanto a la mañana y cuando me voy a la cama de noche”.
Traducc:
César Altamira.
Publicado
en el sitio UniNomade 2.0 http://uninomade.org/diario-economico-politico-vuoto-europa/
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