Las
evidencias (directas) de la dictadura financiera
ANDREA FUMAGALLI
1. El
invierno 2011-12 no promete ser sólo caliente en términos de conflicto social y
político, sino también y sobre todo en términos de los mercados financieros y
de crédito.
La
situación se agrava paradójicamente por la doble velocidad con la que el plan
de la governance institucional y
financiero se mueven. Cuando se trata de imponer políticas de
reordenamientos de las cuentas públicas con maniobras recesivas a sangre y
lágrima, los tiempos para la toma de decisión, en nombre de la emergencia, son
muy rápidos. Cuando se trata, por el contrario, de coordinar políticas de intervención en apoyo del endeudamiento de los estados
afectados por la especulación, entonces los tiempos se prolongan sin límites.
Todo esto
no es sorprendente. Forma parte de la política habitual de los dos
tiempos. Un primer tiempo de sacrificio, de subordinación a la lógica dominante
del poder económico y financiero, a la espera de un segundo tiempo, que nunca
llegará. Esperando la próxima crisis ...
Ya hemos
visto una dinámica similar cuando se construyó la unión monetaria europea,
ideológicamente considerada como la culminación del sueño de una unión europea
política y social. Nada podría estar más lejos de la verdad, y ahora vemos
los efectos perversos. En ese momento, principios de los 90, la necesidad
ineludible de cumplir con los criterios de Maastricht (la “emergencia para
entrar en Europa "), marcó el punto de inflexión decisivo
para el cambio en las políticas de distribución del ingreso (una transferencia
"institucionalizada "de las rentas del trabajo a las rentas del
capital) y el inicio del proceso irreversible de la precarización del trabajo y
la vida. Hoy en día, la situación de emergencia se llama crisis de la
deuda soberana (la "emergencia de permanecer en Europa"). Se
trata de una situación que, a diferencia de los años 90, marca un vacío en el accionar
a nivel institucional europeo.
Las razones
que subyacen en la base del constante gap decisional de la autoridad
institucional europea y mundial se puede resumir en la voluntad política de
"no decidir" (" laisser faire "). En
lo que respecta a Europa, las instituciones político-institucionales (BCE, Ecofin,
Comisión Europea) han perdido por completo aquella (escasa) autonomía, de la que
podían presumir unas décadas atrás. No obstante las declaraciones de Barroso
(la última hace unos días, 21 de noviembre, con el objetivo de demostrar la
intención de la política europea para resolver la crisis, tal vez mediante la
introducción de bonos de los Estados europeos (eurobonos) para reemplazar a los
bonos del gobierno nacional), las instituciones europeas siguen siendo
instrumento dócil con relación a la compatibilidad dictada por la oligarquía
financiera y por las (en colusión)
agencias de calificación.
2. El
bio-poder de los mercados financieros ha aumentado considerablemente con la
financiarización de la economía. Si el producto interno bruto mundial en
2010 fue de 74 trillones de dólares, las
finanzas lo sobrepasan: el mercado global de bonos vale 95 trillones de
dólares, las bolsas de todo el mundo 50 trillones, los derivados 466 trillones (ocho
veces más que la riqueza real). Todo esto es bien conocido, pero lo que a
menudo se olvida a tener en cuenta es que este proceso, así como cambió el
centro de la valorización capitalista de la producción material a la producción
inmaterial y de la explotación del trabajo manual a la del trabajo cognitivo,
dio lugar a unanueva "acumulación primitiva", que, como toda
acumulación primitiva, se caracteriza por un alto grado de concentración.
En el
mercado bancario, desde 1980 a 2005 se produjeron aproximadamente 11.500
fusiones, una media de 440 al año, lo que redujo el número de bancos a menos de
7.500 (datos de la Reserva Federal). En el primer trimestre de 2011, cinco
sociedades de negocios (JP Morgan, Bank of America, Citibank, Goldman Sachs,
HSBC EE.UU.) y cinco bancos (Deutsche Bank, UBS, Credit Suisse, Merrill
Lynch-Citycorp, BNP Paribas) tienen el control de más del 90% de los derivados
total (datos de OCC, Office of Comptroller of the Currency)
En el
mercado de valores, las estrategias de fusiones y adquisiciones han reducido
significativamente el número de sociedades cotizadas. Hasta la fecha, las primeras
10 sociedades con mayor capitalización bursátil, lo que representa 0,12% de las
7.800 sociedades registradas, detentan el 41% del valor total, el 47% de los
ingresos y el 55% de las ganancias registradas.
A partir de
estos datos, se puede argumentar en realidad que los mercados financieros no
son algo imparcial y neutral, sino que son expresión de una clara jerarquía:
lejos de ser competitivos, esconden una pirámide, que que tiene en el vértice
pocos operadores financieros en condiciones de controlar más del 65% de los
flujos financieros globales y, en la base, un gran número de pequeños
inversionistas e instituciones financieras que desempeñan un papel
pasivo. Esta estructura de mercado permite que sólo unas pocas empresas
(en particular las diez mencionadas anteriormente) sean capaces de dirigir e
influir en la dinámica del mercado. Las agencias de calificación (a menudo
en connivencia con las mismas sociedades financieras) ratifican, de manera
instrumental, las decisiones de la oligarquía que se hacen de vez en cuando.
Cuando uno
lee frases, "son los mercados los que solicitan", o "es la
opinión de los mercados" de vez en cuando, debemos darnos cuenta de que
estos llamados mercados, presentados ideológicamente como entidades metafísicas,
neutrales y por tanto objetivas, no son más que la expresión de un poder preciso.
La
verdadera governance política no está más ya en las
instituciones políticas, sino en la jerarquía financiera. Después de haber
sido un fiel servidor en los años 90, durante la construcción monetarista y monetaria
de la Europa, no permite que las instituciones europeas puedan mantener su
voz. El servilismo se ha convertido en servidumbre .
3. El
espiral de la especulación se mueve en la perspectiva de la máxima ganancia en
el menor tiempo posible. La política económica necesita una escala de
tiempo más largo. Esta brecha es uno de los factores estructurales que
hacen a una inestabilidad endémica. Siempre que la governance financiera comande a la governance política y siempre que la institución política, en
nombre del laissez faire, trabaje
para que esa primacía continúe, la situación de crisis económica no podrá ser
resuelta.
La actividad
especulativa se concentra en aquellos sectores donde se registra una relación de
deuda crédito con un mayor riesgo. Después de la crisis de las subprime, la deuda soberana de los
paises europeos se ha revelado como un terreno fértil: se
trata de una deuda (que en realidad tiene muy poco de soberana) que ha crecido sólo
para cubrir los vacíos existentes en el mercado financiero tras la crisis de
2008.
El
mecanismo de la especulación es el siguiente. Algunas grandes sociedades financieras
comienzan por vender los bonos gubernamentales de los países que, en su opinión
(de acuerdo con las agencias de calificación) se encuentran en riesgo de tener
dificultades de financiación. En consecuencia, se alcanza la depreciación
del valor de los títulos, induciendo expectativas negativas sobre el valor
esperado a futuro. Las tasas de interés relacionadas con la emisión de
nuevos bonos comienzan a crecer, ampliando el diferencial ( spread ) con el interés de los
bonos de los estados considerados más seguros (como el alemán). Esta
tendencia se autoalimenta in crescendo hasta crear una situación de emergencia
( la economía de choque, shock economy , diría Naomi Klein) que
obliga al Banco Central a intervenir mediante la compra de bonos del gobierno,
a cambio de la liquidez monetaria y al mismo tiempo, exigir e imponer drásticas
medidas económicas, a veces ficticias para reducir el déficit. Es la señal que la especulación ha vencido. Todo
esto es bastante conocido. Lo que es menos conocido es que, al mismo
tiempo, el valor de los derivados que garantizan los bonos del estado ( Credit
Default Swaps , CDS) ha crecido enormemente, en proporción cada vez
mayor de los spreads de las tasas de interés. Esto
permite a los titulares de los CDS que puedan beneficiarse de ganancias de
capital más elevadas. Hasta aquí la explicación teórica. Ahora vamos
a los nombres de los actores de esta actividad especulativa, en relación al
caso italiano. A principios de 2011, Deutsche Bank, uno de los cinco
bancos que tienen el control del mercado de CDS, comenzó a vender cerca de 7
billones bonos del gobierno italiano (BTP). Después de esto, el valor de
la BTP italiano comienza a disminuir y el spread con los bonos alemanes similares comienza a aumentar
hasta más de los 300 puntos, para llegar a mediados de noviembre a más de
500. Las tasas de interés aumentaron de 3% a más del 7% en pocos meses,
con un incremento en los gastos debidos a los intereses estimados en alrededor
de 8-9 millones de euros. Al mismo tiempo, el valor de los CDS sobre la
deuda italiana aumentó en casi 5 veces, lo que permitió grandes ganancias en
términos de potenciales beneficios del capital.
4. Las
políticas económicas que se imponen en Italia, Grecia, Portugal y España no
tienen como objetivo el saneamiento de las finanzas públicas, sino que tienen
por objeto establecer explícitamente la primacía del poder económico y
financiero sobre el ámbito político ( del control social-político mediático
al control disciplinario de las finanzas ). El caso de Grecia es
emblemático. Después de cuatro financiamientos draconianos en nombre de
una supuesta recuperación, las previsiones del PIB para 2011 son desastrosas (-
5,3%), con el resultado de que la relación déficit / PIB, lejos de reducirse es
probable que aumente. El intento político del gobierno de Papandreou, para
hacer frente a protestas a gran escala, de celebrar un referéndum sobre las
políticas de austeridad duró lo que canta un gallo. El objetivo de
restablecer la autonomía de la política con respecto a los dictados financieros fracasó miserablemente. Grecia
ha puesto en marcha un gobierno de unidad nacional bajo la égida del gobernador
ex comisario del BCE, supino a los
intereses de la jerarquía financiera. La democracia no es sinónimo de
finanzas . Esto no es nada nuevo. Treinta años de neoliberalismo
han hecho creer ( a quien quería y a quien tenía interés en creer) que la
jerarquía del mercado (ideológicamente denominado "libre mercado") podía
ser compatible con el ejercicio democrático, aunque más no fuera con el
ejercicio formal de los votos. La crisis de la deuda soberana ha corrido
este miserable velo. El rey está desnudo, pero nadie (especialmente
la izquierda) parece darse cuenta.
5. La
situación en Italia, aunque diferente desde el punto de vista económico, es muy
similar, desde el punto de vista político. Italia
se ha convertido en un objetivo atractivo debido a su muy baja credibilidad
política. La forma en cómo el gobierno de Berlusconi afrontó el inicio
de la crisis en agosto no hizo más que
empeorar la situación . Paradójicamente, el gobierno de Berlusconi ha
demostrado ser menos fiable a los ojos de los mercados financieros que lo que
podría ser un gobierno de centro-izquierda . Ante esta situación,
un nuevo gobierno provisional, de Solidaridad Nacional, dirigido por Mario
Monti asumió el cargo. Se sabe que Mario Monti, reconocido economista, es, por otra parte, presidente europeo de la
Trilateral, Asesor Internacional de Goldman Sachs, una de las
sociedades financieras que controla, con el Deutsche Bank, el mercado de CDS.
Voceros de los mercados financieros (reporteados por el periódico Milano
Finanza) confirman que el propio Goldman Sachs, al igual que lo había hecho el Deutsche
Bank a principios de este año, había desencadenado una ola de ventas de bonos
del Tesoro a principios de noviembre, acelerando la crisis de gobernabilidad de
Berlusconi. Berlusconi
(Papandreou) se ha visto obligado a dimitir, no por la política, sino por los
potentados italianos económicos y financieros .
6. Es
interesante notar que el efecto Monti se empieza a senti. El CEO del
Deutsche Bank, Joseph Ackermann (IIF y presidente de la asociación de los
grandes bancos internacionales), el 20 de noviembre, en una conferencia en
Berlín organizada por el periódico Süddeutsche Zeitung (diario conservador),
dijo que el Deutsche Bank tenía la intención de aumentar la exposición de los
bancos alemanes en bonos del gobierno italiano de mil millones (lo que quedó
después de las fuertes ventas, 7000 mil millones de BTP italianos a principios
de este año) a 2,3 millones (Fuente: Financial Times). Algunos podrían
pensar que el cambio de la dirección del Gobierno de Italia ha producido inicialmente
efectos benévolos. De hecho, es simplemente la señal de que el Deutsche
Bank ha cambiado de color. Será necesario verificar en las próximas
semanas si tal señal será capturada también por las demás grandes sociedades financieras. Si esto ocurriera,
significaría que la presión especulativa podría no tomar más como mira Italia y
trasladarse a otro lugar, tal vez Francia. Una vez más, esto confirma que
la especulación ha ganado y en ese sentido, no podemos estar alegres: simplemente
confirma que seguimos siendo rehenes de los poderes financieros . La
zona del euro está sin embargo todavía en situación de riesgo.
7. El
cambio político en Grecia e Italia, de hecho, confirma la suposición implícita
de que los mercados financieros son intocables. Y que resulta más
imprescindible la necesidad de equilibrar ese poder. Puesto que las instituciones
políticas hoy dominantes son incapaces de hacerlo, necesitan que alguien puede
hacerse cargo. Y es por eso que, dentro de los movimientos sociales germina
otra alternativa, el llamado "derecho
al default "
Hay que
destacar que las principales sociedades financieras en realidad no quieren el default de los estados; incluso para ellas sería una amenaza seria,
ya que dispondrían de menos material sobre el que desencadenar los procesos
especulativos (algo así como eliminar a "la gallina de los huevos de oro
"). Por lo tanto, no hay (en teoría) margen de maniobra para renegociar
la estructura de la deuda en clave europea, con el propósito de sustraer del
mercado de capitales una cuota de los títulos públicos que ahora son objeto de
presiones especulativas.
Técnicamente,
esa maniobra es posible, sin causar reacciones adversas en Italia,
especialmente a la luz de la nueva composición de la deuda pública
italiana. Hasta los años 90, el 50% de la deuda estaba en manos de los
hogares en forma de ahorro (se había invertido en letras del Tesoro), y el 95% de
éstos seguía invertido en Italia ( a través de los hogares y los
bancos). En ese momento, buscar el defecto sería absurdo
y contraproducente. Pero hoy, en 2011, el 87 % de la deuda pública está en
manos de los bancos y las finanzas, y más del 55% en el extranjero. De
acuerdo con Morgan Stanley, un 20% de este 87% está formado por los fondos de
pensiones y fondos de inversión propiedad de las familias italianas, aunque
gestionados y controlados por las compañías financieras y por lo tanto,
teniendo en cuenta que el 13% de los valores son propiedad directa de los hogares,
sólo un tercio de la deuda pública italiana tiene que ver con actividades de
ahorro. El resto es pura especulación, en la mayoría de los casos,
internacional. Sólo a partir de estos datos, se podría habilitar un default
controlado a través de un cambio, unilateral y sancionado por la ley, sobre
las condiciones de los contrato de deuda
y de crédito. Con este fin, se puede asumir congelar una parte de estos
bonos, sacándolos de la esfera de las sociedades financieras especulativas y
sustituirlos por bonos del Estado europeos (como los Eurobonos ),
fuera de la libre circulación de capitales (con una tasa de interés, por
ejemplo, 1,5 ó 2 puntos más que la oficial), y descongelarlos después de un
número razonable de años. A una propuesta similar se le han planteado
varias objeciones, de las cuales dos son relevantes. La primera dice que
de esta manera el valor de los bonos del gobierno italiano se depreciaría con
efectos negativos sobre el valor patrimonial del sistema bancario crediticio. Es
cierto, pero uno no debe preocuparse demasiado: en primer lugar, porque incluso
la constitución del Fondo Europeo para los Estados Save (SESF) sólo prevé una
depreciación de los bonos griegos a los titulares de los bancos entre el 30 y
el 60% y en segundo lugar, porque de esta manera también el sistema bancario (y
no sólo para nosotros, que estamos haciendo ya) pagaría por la crisis. La
segunda objeción es más importante: frente a la hipótesis de congelamiento,
podrían surgir dificultades en la colocación de nueva deuda, con el riesgo de
pagar más intereses. Es la posible reacción de los poderes financieros. A
esto se puede responder con la obligación de mantener una cierta cantidad de
nuevas emisiones de bonos como parte de las reservas bancarias, a fin de
garantizar, por ley , la propia relocalización y sería
necesario que el BCE, recuperando su rol institucional de prestador en última instancia, denegado por el
Tratado de Maastricht, se hiciese cargo, en primera instancia, mediante la
compra de bonos del gobierno en el mercado interno principal (a cambio de la
creación de dinero nuevo) y no sólo en el mercado secundario (es decir, la
compra de bonos del gobierno que ya están en circulación ). ¿No estamos,
como decimos, en situaciones de emergencia?
La problemática
de la propuesta no es tanto "técnica", sino política: se trata de
hecho de introducir restricciones a la circulación en el mercado de capitales y
crear un nuevo organismo que tenga la función de la tenencia de valores
"congelado". Y este nuevo organismo no puede ni debe ser el BCE,
sino más bien una agencia "política" europea, destinada a la
construcción de una política fiscal europea común destronado toda soberanía
nacional fiscal en el ámbito de la fiscalidad y el gasto público. llegado aquí,
de hecho, el principal problema político que ha favorecido la aparición de la
especulación financiera europea, la falta (forma) de una política fiscal única
europea, con un solo presupuesto y un proyecto de ley presupuestaria. Tal
vez, en un contexto en el que se coloquen el derecho de señoreaje y la ley de
presupuesto en el mismo nivel de governance,
la actividad especulativa hubiera tenido menos grados de libertad para
actuar. Pero esa es otra historia.
Traducción: César Altamira
Publicado en el sitio UniNomade 2.0 http://uninomade.org/prove-conclamate-di-dittatura-finanziaria/
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